El año termina y que mejor manera de hacerlo, que con una nueva
salida. Una vez más, y desoyendo a
familia y amigos, vuelvo a salir solo,
una de las formas que de vez en
cuando utilizo para disfrutar de la montaña, aun sabiendo que tienen razón, aquellos que me aconsejan
que no lo haga.
La salida será “corta” y como
dirían, mis amigos del sur, una ruta de investigación.Una ruta circular por el entorno del parador nacional de Cazorla, caminando por sendas que aparecen en los mapas, pero que alguna de ellas, se encuentra en el mayor de los olvidos. En mi contra, juega que empiezo a la hora de la comida, una hora poco habitual, pues en esta época del año los días llegan a ser demasiado cortos.
Situada en las inmediaciones del
parador, encuentro la primera de estas
sendas, y pese a ser de subida, empieza
con buen pie, pero la alegría dura poco, antes de lo previsto, compruebo que la naturaleza y el paso
del tiempo, han ido dejando su huella,
lo que dificulta mi avance, pero con
algo de intuición, un poco de suerte y
la ayuda de algún que otro hito que encuentro de cuando en cuando, consigo llegar
a la zona conocida como La Lagunilla, en
las proximidades del puerto del Tejo. Una vez aquí, viendo la hora que es, me
entran las primeras dudas, pues este primer tramo ha durado más de lo esperaba. Pese a ello, decido seguir.
En este punto, el camino deja de
ser una senda y se transforma en una cómoda pista, con lo que mi paso se hace más
ligero, el paisaje y los animales que salen a mi paso, me entretienen más de lo
previsto, y no me queda otra que apretar
el paso si no quiero verme en un aprieto. En
las cercanías del Picón del Rey,
antes de enfilar hacia los Rasos, sale a mi paso la siguiente de las sendas que quiero investigar, un viejo jorro, al tiempo que surgen
nuevas dudas, junto a él, se
insinúa otra senda que da la sensación
de bajar de manera más moderada. Pero como dicen, que la primera
idea suele ser la buena, me decido por el viejo jorro que desciende de una manera mucho más directa.
Poco tiempo después, compruebo
con satisfacción que acerté en la elección
ya que me encuentro junto al arroyo de Los Cierzos y en la senda del
mismo, por lo que solo me queda un último
esfuerzo antes de volver al lugar
donde empezó esta la salida. Mirando por última vez el reloj,
camino ya sin prisas, disfrutando de los últimos rayos del sol, y parándome largo tiempo en los restos de la vieja caseta forestal que se encuentra
en esta zona.
Campando a sus anchas.
Por la vieja senda.
Impresionante Banderillas.
El Banderín.
La Lagunilla.
Sierra del Pozo.
La senda de Los Cierzos.
Arroyo de Los Cierzos.
La vieja caseta forestal.
Calar de Juana.
Poyos de la Mesa.
Preciosas fotos y un recorrido que ensancha el alma.- Besicos.
ResponderEliminar