Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

13.12.13

El viejo Tejo…


Una vez más, la curiosidad y las ganas por conocer,  hacen que nos acerquemos  por  el  valle de La Angostura. Un valle, que se encuentra flanqueado  por las altas cumbres del Guadarrama, repleto de historia y con infinidad de rincones aún  por descubrir. En uno de esos rincones, se encuentra el motivo  de nuestra visita, un viejo tejo (taxus), en este caso teja, y que según nos cuentan, está  considerado como el más longevo de toda la península ibérica.
Junto al  área recreativa de La Isla, empezamos a caminar. Nuestro camino  transcurre  paralelo al arroyo,  que aguas  más abajo, se convertirá  en el río Lozoya.  Pronto sale a nuestro paso, el pequeño embalse del Pradillo, donde nos llevaremos la primera sorpresa del día, pues este, se encuentra  totalmente helado, algo inusual en estas fechas del año; pero la naturaleza, hoy se empeña en mostrarnos estampas más propias del invierno. Tras disfrutar durante un rato de semejante espectáculo, seguimos por la vieja senda  que en la noche de los tiempos, era utilizada por  los monjes del cercano monasterio del Paular, en su transitar  hacia tierras segovianas, acompañados en todo momento, por altos pinos, robles y algún que otro acebo, y  de igual modo que hemos encontrando el embalse, veremos  los diferentes arroyos, que vuelven a renacer, gracias a  la nieve de las cercanas cumbres.
El puente de La  Angostura es nuestra primera referencia; en este punto,  buscamos  la pista que nos ha de llevar hasta el viejo Tejo, que se debe encontrar  refugiado en alguna umbría, en compañía de otros ejemplares centenarios de gran porte,  vigilado de cerca por Cabezas de Hierro, y sobre todo, alejado de la vista del caminante. Ni que decir tiene, que según ganamos altura, la nieve se hace cada vez más evidente, acompañada de cuando en  cuando por traicioneras placas de hielo. Llegados a la zona conocida como Raso del Baile,  tomamos como referencia el arroyo de Valhondillo, y por más que buscamos, “paso lo que nos temíamos”,  no vemos ni rastro del susodicho ejemplar. Pero hoy tenemos suerte, nos cruzamos con otros caminantes que  van con la  misma idea que nosotros, pero sabiendo  donde se encuentra ubicado, por lo que gracias a estos amigos, podemos  disfrutar de este impresionante Tejo. Dada su avanzada edad y en un intento por  proteger sus raíces y conservarlo al máximo, se encuentra  rodeado  por una pequeña valla.
Tras despedirnos de nuestros nuevos amigos, y dado lo avanzado del día, desistimos de hacer la circular prevista  por la zona y desandamos nuestros pasos, hasta encontrarnos de nuevo con  el puente de La Angostura,  tras cruzarlo, y con las ultimas luces del día, regresamos  por la  margen contraria del arroyo de La Angostura.



Embalse del Pradillo.







Asómate de Hoyos.

El viejo Tejo.

Arroyo de Valhondillo.

Peñalara y el risco Los Claveles.

Puente de La  Angostura.

Arroyo de La Angostura.






2 comentarios:

  1. Pasada de capa de hielo... Sólo te faltan los patInés, je,je. Preciosa entrada, gracias.

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  2. Impresionante.... que de hielo!!!! pues si que hace frío si. Bueno el tejo precioso y la ruta también. Las fotografías preciosas, personalmente me quedo con la del puente es preciosa. Un enorme saludo Paco y aprovecho para desearte una Feliz Navidad para ti y los tuyos.

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