Una vez más, la curiosidad y las ganas por conocer, hacen que nos acerquemos por el valle de La Angostura. Un valle, que se encuentra flanqueado por las altas cumbres del Guadarrama, repleto
de historia y con infinidad de rincones aún por descubrir. En uno de esos rincones, se encuentra el motivo de nuestra visita, un viejo
tejo (taxus), en este caso teja, y que según nos
cuentan, está considerado como el más
longevo de toda la península ibérica.
Junto al
área recreativa de La Isla, empezamos a caminar. Nuestro camino transcurre paralelo al arroyo, que aguas más abajo, se convertirá en el río Lozoya. Pronto sale a nuestro paso, el pequeño embalse
del Pradillo, donde nos llevaremos la primera sorpresa del día, pues este, se
encuentra totalmente helado, algo
inusual en estas fechas del año; pero la naturaleza, hoy se empeña en mostrarnos estampas más propias del invierno. Tras disfrutar durante un rato de semejante espectáculo,
seguimos por la vieja senda que en la noche de los tiempos, era utilizada por los monjes del cercano monasterio del Paular, en su transitar hacia tierras segovianas, acompañados en todo momento, por altos pinos, robles y
algún que otro acebo, y de igual modo que
hemos encontrando el embalse, veremos los diferentes arroyos, que vuelven a renacer,
gracias a la nieve de las cercanas
cumbres.
El puente de La Angostura es nuestra primera referencia; en
este punto, buscamos la pista que nos ha de llevar hasta el viejo Tejo,
que se debe encontrar refugiado en alguna
umbría, en compañía de otros ejemplares centenarios de gran porte, vigilado de cerca por Cabezas de Hierro, y
sobre todo, alejado de la vista del caminante. Ni que decir tiene, que según
ganamos altura, la nieve se hace cada vez más evidente, acompañada de cuando
en cuando por traicioneras placas de hielo. Llegados
a la zona conocida como Raso del Baile,
tomamos como referencia el arroyo
de Valhondillo, y por más que buscamos,
“paso lo que nos temíamos”, no vemos ni
rastro del susodicho ejemplar. Pero hoy tenemos suerte, nos cruzamos con otros
caminantes que van con la misma idea que nosotros, pero sabiendo donde se encuentra ubicado, por lo que gracias a estos amigos, podemos
disfrutar de este impresionante Tejo. Dada su avanzada edad y en un
intento por proteger sus raíces y
conservarlo al máximo, se encuentra
rodeado por una pequeña valla.
Tras despedirnos de nuestros nuevos
amigos, y dado lo avanzado del día, desistimos de hacer la circular
prevista por la zona y desandamos
nuestros pasos, hasta encontrarnos de nuevo con
el puente de La Angostura, tras
cruzarlo, y con las ultimas luces del día, regresamos por la
margen contraria del arroyo de La Angostura.
Embalse del Pradillo.
Asómate de Hoyos.
El viejo Tejo.
Arroyo
de Valhondillo.
Peñalara y el risco Los Claveles.
Puente
de La Angostura.
Arroyo
de La Angostura.
Pasada de capa de hielo... Sólo te faltan los patInés, je,je. Preciosa entrada, gracias.
ResponderEliminarImpresionante.... que de hielo!!!! pues si que hace frío si. Bueno el tejo precioso y la ruta también. Las fotografías preciosas, personalmente me quedo con la del puente es preciosa. Un enorme saludo Paco y aprovecho para desearte una Feliz Navidad para ti y los tuyos.
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