Si en algo estamos de acuerdo, es que, salir de casa
lloviendo, no nos apetece, otra cosa, es que llueva y nos mojemos
una vez metidos en faena. Mientras llega el día,
mantenemos duras negociaciones, para ver donde vamos a ir. Con
Alberto resulta fácil, dos minutos, son más que suficientes para
llegar a consenso.
El lugar escogido es el Mondalindo, situado en el
extremo sur del valle del Lozoya (para algunos un monte menor de la sierra
de Guadarrama, para otros uno de los que tiene las mejores vistas de toda la
sierra), pero antes de llegar a su cima, queremos subir otros dos picos de menor altura, y
de esta manera, hacer la salida mucho más amena. Según nos
acercamos al puerto de Canencia, punto de inicio, unas feas nubes lo cubren todo, esperemos que al final se
cumpla la predicción meteorológica y no llueva. Cogemos el GR-10 que atraviesa
el área recreativa del puerto, y marchamos en busca del collado Cerrado, lugar donde es
fácil encontrar ganado pastando. Llegados al collado seguimos por la
pista que se adentra en el pinar, lugar, en que el camino empieza a
empinarse, lo que provoca que nos vaya sobrando ropa de abrigo, (acabamos de empezar,
y es pronto para quejarse).
Collado Cerrado.
Collado Cerrado.
Según nos vamos acercando al pico Cabeza de la Braña,
un gélido viento hace acto de presencia, al igual que la niebla, un actor inesperado. Niebla, que según
parece, está dispuesta a jugar con nosotros. Una vez alcanzada la cima Cabeza
de la Braña, esta, se hace más densa y apenas podemos ver más allá de la punta de
nuestras narices, por un momento nos entran dudas, al tiempo que un punto
de insensatez, hace que nuestros pies sigan dando pasos uno detrás de
otro, en busca de el collado Abierto y La Albardilla. En este juego, que
la niebla nos propone, durante unos segundos levanta y deja ver el
lugar exacto al que debemos ir, para segundos después hacerlo desaparecer
de nuevo, (esta operación se repite varias veces a lo largo del camino).Una
vez en La Albardilla, por fin nos da tregua y de momento solo se mantiene
en la cima del Mondalio.
Cabeza de la Braña.
Jugando al escondite.
Collado Abierto y La Albardilla.
Collado Abierto.
La Albardilla.
Collado de La Porquizuela.
Venimos con la intención de disfrutar del camino y de las
vistas que este ofrece, pero esta vez, no será posible, pese a todo, seguimos
tirando hacia arriba. Pasada la Albardilla, segunda subida del día, el frio se
hace más intenso por momentos, por lo que toca hacer una paradita y volver
a abrigarse de nuevo, nuestro tercer pico esta cerca y una
vez en él ya veremos que hacemos.
Arriba, entre jirones de niebla, intentamos descubrir, la Cuerda Larga, los
montes Carpetanos, la sierra del Rincón, La Pedriza… pero las nubes apenas nos
dan tregua, el frio aprieta y toca guarecerse entre unas piedras si queremos
probar bocado, al tiempo, que mapa en mano, seguimos a lo nuestro.
Alto de Peña Negra.
Tras una parada más que
prudente, iniciamos el descenso. En el collado de la Porquizuela nos alejamos
de la ruta de subida, buscando en el
otro extremo del collado Abierto, una senda que rodee Cabeza de la Braña y de
esta manera evitar una nueva subida. La pradera se encuentra encharcada, los caminos
se difuminan a causa de diferentes arroyos que corren por ella. Al tiempo
que encontramos dicha senda, echamos la vista atrás y vemos el sol
brillando sobre la cima del Mondalindo, como burlándose de nosotros, (cosas de la montaña). Nuestros pies,
siguen ligeros el camino que nos ha de
llevar hasta el punto de partida, mientras nosotros en animada conversación,
vamos arreglando el mundo (que
falta le hace).
Mondalindo.
Montes Carpetanos.
Sierra de La Cabrera.
El viejo Pluviómetro.
Nos despedimos del Mondalindo.
Collado de Los Altares.
Lo importante cuando sales de montaña es disfrutar, evidentemente la condiciones climatologícas importan pero hay que saber adecuarse a ellas, unas veces te favorecen otras te perjudican pero algunas se convierten en aliados y hay que saber sacarles provecho. Interesante recorrido y preciosas fotos, leo que al final disfrutasteis y mucho. Me alegro.
ResponderEliminarImpresionante la fotografía de la Sierra de la Cabrera, me gusta.
Un saludo.