Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

27.11.12

Cabeza de la Braña / Mondalindo.



Si en algo  estamos de acuerdo, es que, salir de casa lloviendo, no nos apetece, otra cosa, es que llueva y nos mojemos   una vez metidos en faena. Mientras llega el  día,  mantenemos duras negociaciones, para ver donde  vamos a ir. Con Alberto resulta fácil,  dos minutos,  son más que suficientes para llegar a consenso.
El lugar  escogido es el Mondalindo, situado en el extremo sur del valle del Lozoya (para algunos un monte menor de la sierra de Guadarrama, para otros uno de los que tiene las mejores vistas de toda la sierra),  pero antes de llegar a su cima, queremos  subir otros  dos picos de menor altura, y de esta manera, hacer  la salida   mucho más amena. Según nos acercamos al puerto de Canencia, punto de inicio,  unas feas nubes lo  cubren   todo, esperemos que al final se cumpla la predicción meteorológica y no llueva. Cogemos el GR-10 que atraviesa el área recreativa del puerto, y marchamos  en busca del collado Cerrado, lugar donde es fácil encontrar ganado pastando. Llegados  al collado seguimos por la pista que se adentra en el pinar, lugar,  en que  el camino empieza a empinarse, lo que provoca que nos vaya sobrando  ropa de abrigo,  (acabamos de empezar, y es  pronto para quejarse).



Collado Cerrado.



Collado Cerrado.





 Según nos vamos acercando  al pico Cabeza de la Braña, un gélido viento hace acto de presencia, al igual que la niebla, un actor inesperado. Niebla, que según parece, está dispuesta a jugar con nosotros. Una vez alcanzada la cima Cabeza de la Braña, esta,  se hace más densa  y apenas podemos ver más allá de la punta de nuestras narices, por un momento nos entran dudas, al tiempo que un punto  de insensatez, hace que nuestros pies sigan dando pasos uno detrás de otro, en busca de el collado Abierto y La Albardilla. En este juego,  que la niebla nos  propone, durante  unos segundos levanta y deja ver el lugar exacto al que debemos ir, para segundos después  hacerlo desaparecer de nuevo, (esta operación se repite varias veces a lo largo del camino).Una vez en La Albardilla, por fin  nos da tregua y de momento solo se mantiene en la cima del Mondalio.



Cabeza de la Braña.



Jugando al escondite.

Collado Abierto y La Albardilla.

Collado Abierto.

La Albardilla.

Collado de La Porquizuela.



 Venimos con la intención de disfrutar del camino y de las vistas que este ofrece, pero esta vez, no será posible, pese a todo, seguimos tirando hacia arriba. Pasada la Albardilla, segunda subida del día, el frio se hace más intenso por momentos, por lo que toca hacer una paradita y volver a  abrigarse de nuevo, nuestro tercer  pico esta  cerca y una vez en él ya veremos que  hacemos. Arriba, entre jirones de niebla, intentamos descubrir, la Cuerda Larga, los montes Carpetanos, la sierra del Rincón, La Pedriza… pero las nubes apenas nos dan tregua, el frio aprieta y toca guarecerse entre unas piedras si queremos probar bocado, al tiempo,  que mapa en mano, seguimos a lo nuestro.

Alto de Peña Negra.

Tras una parada más que prudente, iniciamos el descenso. En el collado de la Porquizuela nos alejamos de la ruta de subida, buscando  en el otro extremo del collado Abierto, una senda que rodee Cabeza de la Braña y de esta manera evitar una nueva subida. La pradera se encuentra encharcada, los caminos se difuminan a causa de diferentes arroyos que corren por ella.  Al tiempo que encontramos dicha senda, echamos la vista  atrás y vemos  el sol brillando  sobre la cima del Mondalindo, como burlándose de nosotros, (cosas de la montaña). Nuestros pies, siguen ligeros el camino  que nos ha de llevar hasta el punto de partida, mientras nosotros en animada conversación, vamos   arreglando el mundo (que falta le hace).


 Mondalindo.

Montes Carpetanos.

Sierra de La Cabrera.

El viejo Pluviómetro.

Nos despedimos del Mondalindo.

Collado de Los Altares.

1 comentario:

  1. Lo importante cuando sales de montaña es disfrutar, evidentemente la condiciones climatologícas importan pero hay que saber adecuarse a ellas, unas veces te favorecen otras te perjudican pero algunas se convierten en aliados y hay que saber sacarles provecho. Interesante recorrido y preciosas fotos, leo que al final disfrutasteis y mucho. Me alegro.

    Impresionante la fotografía de la Sierra de la Cabrera, me gusta.

    Un saludo.

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