Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

1.6.14

El Blanquillo...

Aquellos que me conocen bien, saben de mi afición por los libros y la montaña, y que cualquier ocasión que se presente siempre es bien recibida para  disfrutar de ellas. Tiempo atrás, ojeando el libro Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas guía del excursionista,  vi por vez primera, la imagen del Blanquillo, cima que por su curiosa forma  alejada de lo habitual, llamó mi atención, haciendo que en ese momento pasara a formar parte de mi larga  lista de pendientes.
Recientemente, ese pico reapareció con fuerza en las redes sociales y en alguno de los blogs que  habitualmente sigo, logrando que aumentara mi interés y pasara a ocupar  el primer  puesto en la dichosa lista.


El Blanquillo, se encuentra en la sierra de Las Villas, a mi entender la más agreste y tranquila de todas  las sierras que conforman el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas,  un pico no exento de polémica, pues según las fuentes que consultemos aparecerá como Blanquillo o Pedro Miguel, algo que para un caminante como es el caso, tampoco reviste mayor importancia.
Pegada al área recreativa de Gil Cobo, se abre paso la  pista que nos lleva a  la Cerrada de San Ginés, y junto a ella discurre el arroyo del Aguascebas de Gil Cobo. Una vez pasada dicha cerrada en una hermosa pradera encontramos el primer cruce de caminos, donde un pequeño cartel  nos indica, a la derecha Peña Corba, a la izquierda el collado del Perenoso, justo el que sera nuestro siguiente punto. Tanto  el camino como  el día invitan a caminar sin prisas, y a parar cada dos por tres a disfrutar de aquello que nos rodea y vemos por primera vez, La Morra de Los Cerezos, La Torca, La Lancha del Lobo..., sin apenas darnos cuenta nos plantamos  en el collado del Perenoso, lugar donde se empieza a vislumbrar parte de lo que más arriba veremos en todo su esplendor. En este punto, termina la parte mas cómoda de la ruta y toca ponerse las pilas, una pequeña senda se adentra en el pinar en busca del paso más delicado del día y el único por el que podemos acceder a la cima por esta vertiente, algún que otro hito que encontramos nos dice que por el momento marchamos en la buena dirección. Superado este primer escollo, la cuerda nos acerca a la tan deseada cima, y viendo cada vez más cerca su sinuosa forma, pronto olvidamos el esfuerzo realizado para llegar hasta aquí.
Si algo llama la atención en esta cima, es todo cuanto gira a su alrededor, en el horizonte  apreciamos las sierras de Cazorla y Segura y un poco más alejada la altiva Sagra. Pero  en realidad aquello que  la engrandece en verdad, es verse  rodeada por la mayoría de los picos que conforman esta pequeña sierra, situándose a la par en cuanto a dureza y belleza se refiere.
Nos cuesta alejarnos de aquí, pero como es normal toca bajar y para ello seguimos la cuerda en dirección a la Blanquilla Baja, poco antes de llegar a esta, nos internamos en el pinar  para seguir  lo que en principio parece ser el rastro de algún animal, para convertirse poco  más adelante en una pequeña senda que vuelve a dejarnos en las inmediaciones de la cerrada.

Cerrada de San Ginés.

Arroyo del Aguascebas  de Gil Cobo.



Morra de Los Cerezos.



Senda junto al collado del Perenoso.



Buscando la cima.

El Tranco y la sierra de Segura.

El Blanquillo.

Caballo Torraso, Hoyacillo y El Cubo.







De nuevo en la cerrada.

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