Aquellos que me conocen bien,
saben de mi afición por los libros y la
montaña, y que cualquier ocasión que se presente siempre es bien recibida
para disfrutar de ellas. Tiempo atrás,
ojeando el libro Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas guía del excursionista, vi por
vez primera, la imagen del Blanquillo, cima que por su curiosa forma alejada de lo habitual, llamó mi atención, haciendo
que en ese momento pasara a formar parte
de mi larga lista de pendientes.
Recientemente, ese pico reapareció
con fuerza en las redes sociales y en alguno de los blogs que habitualmente sigo, logrando que aumentara mi
interés y pasara a ocupar el primer puesto en la dichosa lista.
El Blanquillo, se encuentra en la
sierra de Las Villas, a mi entender la más agreste y tranquila de todas las sierras que conforman el parque natural de
Cazorla, Segura y Las Villas, un pico no
exento de polémica, pues según las fuentes que consultemos aparecerá como
Blanquillo o Pedro Miguel, algo que para un caminante como es el caso, tampoco
reviste mayor importancia.
Pegada al área recreativa de Gil
Cobo, se abre paso la pista que nos
lleva a la Cerrada de San Ginés, y junto
a ella discurre el arroyo del Aguascebas
de Gil Cobo. Una vez pasada dicha cerrada en una hermosa pradera encontramos el primer
cruce de caminos, donde un pequeño cartel nos indica, a la derecha Peña Corba, a la izquierda el collado del
Perenoso, justo el que sera nuestro siguiente punto. Tanto el camino como el día invitan a caminar sin prisas, y a parar cada dos por tres a disfrutar de aquello que nos rodea y vemos por primera vez, La Morra de Los Cerezos, La Torca, La Lancha del Lobo..., sin apenas darnos cuenta nos plantamos en el collado del Perenoso, lugar donde se empieza a vislumbrar parte de lo
que más arriba veremos en todo su esplendor. En este punto, termina la
parte mas cómoda de la ruta y toca ponerse las pilas, una pequeña senda se adentra en el pinar en busca del paso más delicado del día y el único por el que podemos acceder a la cima por esta vertiente, algún que otro hito que encontramos nos dice que por el momento marchamos en la
buena dirección. Superado este primer escollo, la cuerda nos acerca a la tan deseada
cima, y viendo cada vez más cerca su sinuosa forma, pronto olvidamos el esfuerzo realizado para llegar hasta aquí.
Si algo llama la atención en esta
cima, es todo cuanto gira a su alrededor, en el horizonte apreciamos las sierras de Cazorla y Segura y un poco más alejada la altiva Sagra. Pero en
realidad aquello que la engrandece en verdad, es verse rodeada por la mayoría de los picos que
conforman esta pequeña sierra, situándose a la par en cuanto a dureza y belleza
se refiere.
Nos cuesta alejarnos de aquí, pero
como es normal toca bajar y para ello seguimos la cuerda en dirección a la
Blanquilla Baja, poco antes de llegar a
esta, nos internamos en el pinar para seguir lo que en principio parece ser el
rastro de algún animal, para convertirse poco más adelante en una pequeña
senda que vuelve a dejarnos en las inmediaciones de la cerrada.
Cerrada de San Ginés.
Arroyo del Aguascebas de
Gil Cobo.
Morra de Los Cerezos.
Senda junto al collado del Perenoso.
Buscando la cima.
El Tranco y la sierra de Segura.
El Blanquillo.
Caballo Torraso, Hoyacillo y El Cubo.
De nuevo en la cerrada.
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