Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

8.5.13

Cancho Gordo.

Siempre que  nuestros pasos se dirigen hacia el valle del Lozoya,  en nuestro camino, se cruza la Sierra de La Cabrera. Una pequeña sierra, de escasa altura, situada junto al pueblo del mismo nombre, al pie de la nacional Madrid-Burgos,  que hasta la fecha, aún no hemos recorrido. Pero  viendo  desde el coche, los paredones del pico La Miel, en su vertiente sur, normalmente comentamos  que para nosotros, estos,  son palabras mayores y no dejan de ser  territorio para los escaladores.
Una salida organizada por los amigos del Cuadron, nos permite por primera vez, recorrer parte de sus caminos hasta el Cancho Gordo, que con sus 1564m, es su máxima altura. En las proximidades del convento de San Antonio, a una hora más que prudente y con ganas de pasarlo bien,  quedamos un amplio grupo, que salvo excepciones, sera la primera vez que caminemos juntos. Dada la orografía del terreno, nada más comenzar y  siguiendo una estrecha senda escondida entre jaras, el camino se pone bravo,  ganando  altura con rapidez, con el consiguiente estiramiento del grupo. Un camino sin mayores dificultades, salvo algún que otro paso, que nos obliga a  usar las manos, pero al mismo tiempo  resulta interesante en todos los sentidos; es una zona cargada de historia, en la que podemos ver algún que otro asentamiento prehistórico, donde se han encontrado   restos arqueológicos.
En la explanada del Cancho, queda parte del grupo, reponiendo fuerzas,  mientras los más inquietos, no nos conformamos con llegar hasta aquí y  decidimos subir hasta  su punto geodésico, las vistas que desde él se ofrecen bien merecen ese pequeño esfuerzo extra. Desde aquí, a vista de pájaro,   La Pedriza, La Cuerda Larga, Peñalara, Los montes Carpetanos, El pico de las Tres Provincias y un largo etc., al que no sabemos poner nombre, sin olvidarnos de toda la cuerda con sus respectivos canchos de la sierra de La Cabrera.
Pese  a estar en primavera, el tiempo no acompaña, y hay que bajar rápido, la tormenta está cerca  y el granito mojado hará complicado el descenso, así que sin más dilación nos ponemos a ello. En esta ocasión o serán las circunstancias, el grupo anda más unido y la bajada se hace con rapidez por el collado del Alfrecho, si bien hay que tener cuidado pues la piedra está muy erosionada y el resbalón está a la orden del día. Nuestra senda termina junto a la pista que nos llevara de vuelta al convento de San Antonio, por el conocido camino del Viacrucis,  si bien es cierto, antes de llegar a él, giramos la vista hacia  el pico de La Miel, donde hemos quedado emplazados para una próxima visita.




Cerro de La Cabeza y cerro de San Pedro.





Cuerda Larga, Bustarviejo y Peñalara.

Curiosas formaciones.



La Pedriza y Cuerda Larga.

Mondalindo y Peña Negra.

Toda la cuerda, hasta el pico de La Miel.

Cancho del Aguila y collado del Alfrecho.



Pico de La Miel .

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