Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

3.6.12

Pinares de Valsaín.

Hace poco tiempo, buceando por la red, me tope con La Chorranca, el moño de la tía Andrea, estos nombres tan peculiares despertaron mi interés, y como soy  curioso de por sí y cualquier excusa es buena para salir al monte, rápidamente me puse en camino, con mi pareja.
Situado en la vertiente norte de Peñalara, a las puertas del real sitio de La Granja, se encuentran los pinares de Valsain, un lugar lleno de historia y leyenda. Como nos pilla un poco lejos, intentaremos hacer un recorrido lo más amplio posible. El primer lugar al que nos dirigimos es un calvero del bosque donde se encuentra situada la cueva del monje.








 Arroyo Navacerrada.

 Cueva del Monje.


Según la leyenda, un paisano de la zona buscando la juventud eterna o riqueza, no queda muy claro eso, vendió su alma al diablo, pero al poco de esto se arrepintió. Huyendo de cumplir su trato, busco refugio en estas piedras, convirtiéndose en eremita, pero solo consiguió librarse del diablo gracias a la inestimable ayuda de la Virgen.

Desde este lugar  podemos contemplar por un lado La Pinareja y por otro Peñalara y Los Claveles. Seguimos nuestro camino rodeados de pinos de una altura considerable y de innumerables arroyos, ¿o, es siempre el mismo?, varias veces hemos vadeado el arroyo y ya no sabemos si es el mismo, si vamos o venimos, y en cada una de  estas, hemos tenido que buscarnos las mañas, pues no siempre hay por donde hacerlo, y claro, queremos salir con los pies secos.
Según avanzamos el ruido se hace intenso, y eso, solo puede significar una cosa, La Chorranca está cerca. El marco es incomparable, y su belleza nos sobrecoge,  venir hasta este lugar, mereció la pena. Pero el día todavía promete, poco más arriba nos regala otro impresionante salto de agua que no se queda atrás en cuanto a belleza.



Arroyo de La Chorranca.







Seguimos nuestro camino en busca del último objetivo del día, que no es otro que el moño de la tía Andrea, un pequeño pico de poco mas de 1600 metros, pero situado de manera estratégica, desde el que tenemos, un magnifico mirador hacia toda la cara norte del Guadarrama,  la meseta castellana y sobre el palacio real. En sus inmediaciones se encuentra la silla de Asís, -en esta ocasión no dimos con ella-.
El tal Asís, era un pariente de Carlos IV, que las malas lenguas lo ponen a caer de un burro, que si era un blando, un conspirador, y no sé cuantas cosas más. Lo cierto es que imitando un poco a Felipe II, mando construir un asiento de piedra desde el que contemplar el palacio real o  los bosques,-que eso tampoco parece claro-. Para más señas,  fue padre de Alfonso XII, o lo que es lo mismo, padre del tatarabuelo de nuestro rey.  Vamos, todo un personaje.
Como la tarde avanza inexorablemente, desde aquí nos dirigimos hacia el lugar donde empezó todo, eso sí, volviendo a cruzar algún  que otro arroyo, que a día de hoy seguimos sin saber si era el mismo o era otro.


Por el moño de la tía Andrea.

La Pinareja.

 Peñalara y Los Claveles.



Montón de Trigo.

2 comentarios:

  1. Preciosa leyenda para un lugar muy hermoso. Muy buenas fotografías. Un saludo.

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    1. Gracias Carlos.
      La verdad es que el lugar da para mucho, y tiene historia como para repetir mil veces. Para mi gusto ese día solo le falto un poco de niebla.
      Un saludo.

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