Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

16.4.12

Risca del Guijarrón.


Tras unos días de mal tiempo y algún que otro remojón, unos claros en el cielo me dicen que hoy,  también toca salida. Como dispongo de poco tiempo, un par de cosas en la mochila y otra vez en marcha, en busca del embalse del Tranco,  en sus inmediaciones se encuentra el camino de hoy.
La Risca del Guijarron tiene poca altura, pero su atractivo radica en las vistas que ofrece desde su cima. El camino es sencillo de andar y no ofrece dificultad alguna, muchas revueltas y alguna que otra vista sobre el embalse. En una de estas revueltas,  me encuentro con un pastor y su rebaño,  con el que  mantengo una animada conversación durante unos minutos. Me cuenta que vino de tierras africanas en busca de una vida mejor y ha terminado en estas tierras perdidas de dios,  haciendo el mismo oficio que ejerció de pequeño en su pueblo, con lo que las ganancias no han sido grandes que digamos, tras   despedirnos y desearnos suerte, sigo mi camino y voy meditando en las vueltas que da la vida y recordando algo que leí no hace mucho tiempo. En este mundo loco en el que vivimos, y en el que todo está descubierto, el viajero al planificar su viaje, almacena demasiada información, y cuando realiza su viaje, y ve algo, ya conocido, siente cierta alegría al comprobar que él también ha sido capaz de llegar hasta ese lugar. Algo parecido me sucede a mi cuando veo fuentes, cortijos  o panorámicas  que me recuerdan a fotografías vistas anteriormente.
A lo largo del camino, se está produciendo una tala de pinos, llama  mi atención las marcas que tienen los pinos - que pienso,  serán cortados  los próximos días-  y la numeración que contiene cada uno de ellos,- nunca antes había visto algo así-. El camino,  se hace un poco largo por las mil revueltas que da, pero poco a poco, la caseta forestal se ve más cerca. Una vez en ella,  la panorámica que se  ofrece de la sierra, bien ha merecido el madrugón. La sierra de Las Villas, Segura, Cazorla, el embalse del Tranco en casi toda su extensión. Una gozada disfrutar de este lugar y del silencio, que tanto echo de menos en demasiadas ocasiones.






Por La Maja del Rufo.

Fuente de Las Raíces.



Risca del Guijarrón.

¡¡¡A, numerarse!!!

El Tranco.




Contemplando el embalse, vienen a mi cabeza lo leído sobre su construcción, como desalojaron a las personas que vivían en este fértil valle, y  a fuerza de expropiación fueron alejados de su modo de vida y  de sus casas, que aun,  en tiempo de sequia, asoman por encima de las aguas. También me acuerdo de la figura del abuelo de mi pareja, Ángel -El Cojo- , que participo en la construcción del embalse cortando pinos, hasta  que  un fatídico  accidente, lo retiro del oficio.
El tiempo apremia y un cambio de viento, me dice que llega la hora de volver, las nubes amenazan agua. Enfilo el camino de vuelta por el mismo lugar que subí, pero  esta vez atrocho todo lo que puedo, la lluvia anda cerca y no quiero nada con ella, ya me he mojado bastante estos días. Pero uno, es como es,  y siempre hay tiempo para una nueva fotografía, con lo que al final, algunas gotas pillare. En estos momentos me acuerdo de una persona muy entrañable para mí, que en  ocasiones como esta, diría, aprieta el paso o no saldremos con los pies secos. De vuelta a casa,  voy pensando por donde me perderé  otro día, pero ya  habrá tiempo para eso.

El Tranco.

Sierra de Las Villas.



Sierra de Segura, (El Yelmo entre las nubes).

Los Mansegosos.

C.F El Guijarrón.

Diente de león (Taraxacum officinale).

Hornos.


2 comentarios:

  1. Un precios recorrido, cuantas historias parecidas hay en este país de pantanos, cuantas gentes desarraigadas de sus pueblos y vidas a la fuerza. Me llama la atención ese número en los árboles. Un precioso reportaje fotográfico y descriptivo. Un saludo.

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  2. Hola Carlos.
    Como bien dices demasiadas veces se repite esta historia dentro del mundo rural de este país. Cosas de los gobernantes de la época, que en bien de lo que ellos consideraban progreso se dedicaron a hacer pantanos por todos lados.
    Por otro lado, al igual que a ti, esa numeración me sorprendió mucho, nunca antes la había visto, preguntare que puede ser. Ya te diré algo si averiguo que es.
    Un abrazo.

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