La Pared de Santillana.

Otra vez La Pedriza, otra vez Cantocochino, un lugar en el que se respira ambiente montañero.

Hemos quedado con los amigos del centro medio ambiental,  volvemos a encontrarnos con viejos conocidos, y con algunas  caras nuevas, un grupo numeroso, pero a la postre un grupo con ganas de pasarlo bien y con sentido del compañerismo.

Reunido todo el grupo, nos ponemos en marcha por la ya conocida autopista de La Pedriza, en este punto el grupo se estira bastante pero nos sirve para ir calentando las piernas –falta, nos va a hacer-. Primera parada junto al Tolmo, unas magnificas vistas de la pedriza posterior, ...Las Milaneras, el Cancho de los Muertos, El puente de Los Pollos, las Torres, y mirando al Pájaro,  podemos hacernos una idea de por dónde irían nuestros pasos. Desde aquí, seguimos ya, metidos en faena, en busca de las buitreras, no sin antes, echar un vistazo a Peñalarco, hoy conocido como El Hueso, una de las vías de escalada de esta zona. El camino se pone pino desde el primer momento, y en algunos pasos hay que recurrir a las manos, y,  a la ayuda de los compañeros, con las consiguientes risas por parte del personal, pues alguno de estos pasos resulta especialmente gracioso.

Entre canales y riscos vamos ganando altura,  nos acercamos a lo que es nuestro objetivo, que no es otro, que la pared de Santillana –otra mítica zona  de escalada-, muy próxima a la pradera de Navajuelos, donde veremos entre otras formas caprichosas, su famosa bola, al igual que unas magnificas vistas de toda esta zona, pudiendo disfrutar también del cortejo nupcial de los buitres, así como,  alguna que otra montes. Tras la dura subida toca reponer fuerzas, pues la bajada tampoco va a ser menos.

La bajada, cuando menos, resulta si cabe más divertida que la subida, pues tenemos que pasar algunos pasos en los que tenemos que arrastrarnos literalmente, caprichos del PR. Tras un vertiginoso descenso llegamos al collado de La Dehesilla, uno de los collados, que mas me gustan,  especialmente por las vistas que ofrece. Pero hay que seguir bajando, esta vez un poco más tranquilos, pero metidos entre jaras, hasta que de nuevo nos topemos con otra perspectiva del Hueso, ya próximos al Tolmo. Solo nos resta la autopista, en la que, a estas horas, vemos transitar por ella  “montañeros” de regreso y domingueros disfrutando de un paseo a la orilla del arroyo de La Dehesilla.

 

 El Pájaro.

 

 El Tolmo.

 

 Empieza el baile.

 

 Peñalarco, hoy conocido como El Hueso.

 

 Vistas desde Las Buitreras.

 

 

 Un paso gracioso.

 

 Salamandra.

 

 

 Pradera de Navajuelos.

 

 La pared de Santillana.

 

 Bola de Navajuelos.

 

 

 Gracioso, no...lo siguiente.

 

 Algunas, quieren más.

 

Más de lo mismo...

 

Collado de La Dehesilla.

 

 

Otra vista de El Hueso.

Río Manzanares.