El embalse de Aguascebas, es el punto de encuentro para esta ocasión.
El grupo de los Frescales, cada vez tiene mayor notoriedad, y hoy, entre viejos y nuevos, formamos un amplio grupo de amigos. Partiendo de la Nava del Rico, y contando, con la sabiduría y buen hacer de
Mariano y Paco, vamos a caminar por viejos senderos, gracias a personas como ellos, se evita, que caigan en el mayor de los olvidos. A
lo largo de todo el día, no dudan en ofrecernos cuantos detalles sean precisos,
para que la jornada sea completa.
Independientemente de
la belleza del paisaje por el que caminamos, si algo, llama poderosamente la atención,
es la vida que mana de nuevo, en esta parte de la sierra; pese, a estar alejada de la vorágine del
turismo, que sufre Cazorla. A lo largo
de todo el camino, vamos encontrando, viejos cortijos que han vuelto a ser
habitados, en su gran mayoría, por gentes venidas de otras latitudes.
Algo no entendemos y escapa a nuestra idea, de lo que nosotros percibimos, como calidad de
vida. En su mayoría, estos cortijos, se encuentran con un acceso complicado y alejados de
los núcleos de población y de los servicios básicos que estos ofrecen. Cuesta entender esta forma de vida, en la que uno, voluntariamente, prescinde de casi todo.
Pero aun, estando inmersos en estos temas filosóficos de la vida,
nuestros ojos, no dejan de maravillarse de cómo se muestra la sierra, henchida
de agua por todas partes. Al tiempo, que seguimos prestando, toda nuestra atención, a las
lecciones de nuestros cicerones.
Peña Corba no está en la hoja de ruta, pero se cruza, en nuestro camino hacia La Morra. Tras una breve consulta, optamos por subir a
ella, pues las vistas bien merecen el esfuerzo.
Volvemos sobre nuestros pasos, y recuperamos nuestro camino hacia, a La Morra, uno de nuestros objetivos del día, al igual que la sima del mismo nombre, que se encuentra en sus inmediaciones. Cierto es, que el día da para mucho, pero la subida a Peña Corba pasa factura y tenemos que apretar el paso, si no queremos, que las últimas luces del día, nos sorprendan antes de dar por finalizada la salida.
Volvemos sobre nuestros pasos, y recuperamos nuestro camino hacia, a La Morra, uno de nuestros objetivos del día, al igual que la sima del mismo nombre, que se encuentra en sus inmediaciones. Cierto es, que el día da para mucho, pero la subida a Peña Corba pasa factura y tenemos que apretar el paso, si no queremos, que las últimas luces del día, nos sorprendan antes de dar por finalizada la salida.
Poco antes de la despedida y como es de rigor, elegimos el
lugar, donde sufrir la tan temida
penitencia y comentar en distendida charla las incidencias del día.
Cementerio de los jipis
Escalera Romana o de Los Faustinos.
Cascada del arroyo Fuente del Tejo.
La Morra.
Peña Corba.
El Cerezo, el Blanquillo y el Hermanillo.
Sierra de Segura.
El Pardal.
Aguascebas.
Precioso y lindo reportaje, las maravilla que nos da a conocer la madre naturaleza
ResponderEliminarSaludos y abrazos
Gracias por tu comentario, Pizarro. Cierto es, que la naturaleza esconde grandes maravillas, que poco a poco intentamos descubrir. En ello estamos.
EliminarUn saludo.
Ufffffff, muy buenas las fotografías y por supuesto la ruta, me ha gustado muchísimo la penúltima fotografía, es espectacular, que fuerza. Un abrazo.
ResponderEliminarViniendo de un maestro, tus palabras son un halago. Gracias amigo.
EliminarUn abrazo.
Impresionante lugar e impresionantes fotografías. Me gusta mucho la de la caída de la Cascada del arroyo Fuente del Tejo. Es un reportaje excelente de esa sierra maravillosa.
ResponderEliminarSaludos.
Te digo lo mismo que al amigo Carlos, viniendo de ti Raquel, que haces unas fotografías de lujo, tus palabras son un halago. Gracias.
EliminarUn saludo.
Excelente reportaje Paco, de los que te tientan para recorrerlos. Y esas fotos forzadas que realzan los paisajes.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por pasarte por mi blog. Hasta pronto.
Un placer encontrarte por aquí amigo, espero que el blog, este a la altura y te atrape en sucesivas ocasiones.
EliminarUn saludo.