Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

21.10.12

Las Torres / Collado de La Ventana.



Apenas despuntan los primeros rayos de sol, cuando llego a Canto Cochino. Pese a la hora tan temprana, el lugar rebosa actividad por todas partes, grupos de senderistas esperando a algún rezagado, escaladores revisando el material que utilizaran en esa pared que les está aguardando. Caminar solo, hace que mis preparativos sean breves, y, en nada, me encuentro caminando por la autopista, cruzo algunos saludos de rigor con otros caminantes y cada uno, sumido en sus pensamientos, sigue su propio camino.
 Recuerdo la única vez en que he subido a Las Torres de La Pedriza, en aquella ocasión iba con un grupo numeroso, y las sensaciones  pese a ser buenas, fueron totalmente distintas a las que siento hoy. Según avanzo,  reconozco  algunos rincones y otros, me suenan a nuevo, pero, por las referencias que llevo, todo indica que voy en la buena dirección. Con algún que otro resuello de más,  empiezo a ver más cielo, que copas de pino, lo que indica que el collado del Miradero, no está muy lejos.
Una vez en el collado, hago una larga parada, las vistas bien lo merecen; miro esos lugares, que hasta la fecha he recorrido con mi compañero de andaduras, La Maliciosa, La Cuerda Larga, El Hueco de San Blas, y Peñas Linderas y Alto de Matasanos, que aún están pendientes. Al igual que en mi anterior visita, un numeroso rebaño de monteses se solean tranquilamente.
Con paso tranquilo y disfrutando del lugar me dispongo a recorrer Las Torres (punto más elevado de La Pedriza). La soledad y el mismo lugar en el que me encuentro, me sobrecogen, pero…viendo la hora que es y que las fuerzas están intactas, me dispongo a llegar hasta el collado de La Ventana, esta parte del camino es nueva para mí, lo que hace que preste más atención.
Dentro de la belleza de este lugar, reconozco que contiene sus riesgos y el camino se presta a sufrir cualquier despiste. Contemplando estos altos farallones uno se siente pequeño e insignificante. Como no podía ser de otra forma, una canal,  pone a prueba mis nervios y mi sentido común, superar este paso me lleva un tiempo, pero una vez conseguido camino más tranquilo al ya cercano collado de La Ventana.
Una larga parada, para recuperar fuerzas y seguir disfrutando en soledad del entorno. A lo largo de la mañana, apenas un par de personas cruzaron su camino conmigo. Desde aquí, el camino se torna más fácil, solo queda seguir en descenso los hitos que aparecen cada poco, hasta la aparición de una pequeña senda, que me deposita de nuevo en la tan trillada autopista. En este punto, la fauna cambia notablemente con respecto a la mañana, pues son numerosas las familias que disfrutan del día, esparcidas por las praderas cercanas a Canto Cochino, que a estas horas del día, se encuentra ya totalmente masificado.


Las Torres.

 Puente hacia el refugio Giner.

Cuatro Caminos.


 PR-M1

 La Bota.

 Collado del Miradero o de Prao Poyos.




Las Torres.

La Najarra y El Hueco de San Blas.




Las Milaneras.



Collado de La Ventana.

 Arroyo de los Poyos.

El Pajaro.


4 comentarios:

  1. sencillamente espectacular

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    1. Gracias por tus amables palabras. Espero que sigas disfrutando de próximas entradas.
      Un saludo.

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  2. Un recorrido precioso, bosque, agua, roca.... no dejan de sorprenderme las fotos de la cabra hispanica, que animal tan poderoso, las vi en Gredos y me impresionaron mucho, aquí en el norte no las tenemos, aunque hay una zona de León que intentan reintroducirla.... muy buen reportaje fotográfico. Un abrazo.

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  3. Gracias Carlos.
    Esos machos fueron reintroducidos hace ya algunos años, al no tener depredador alguno es fácil verlos por toda esta zona. La verdad es que son espectaculares, hace un tiempo, tuve la oportunidad de ver una lucha por las hembras, eso si es espectacular.
    De La Pedriza, poco se puede decir, tiene de todo, para disfrutarla en todos los sentidos.
    Un abrazo.

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