Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

5.7.12

La Pinareja.


Hoy toca calzarse las botas, son muchos días sin salir al monte y los pies andan pidiendo guerra. La idea es caminar por pequeñas sendas, que me acercan a rincones alejados de las rutas clásicas y transitadas de esta zona de la sierra, y, al mismo tiempo me permiten llegar hasta la cima de La Pinareja, que con sus 2197m, es el pico más elevado de los que  forman  la Mujer Muerta.
Poco antes de salir de casa, me acuerdo de un viejo conocido, y esto, hace que coja algo que abrigue mas, -si,  ya sé,  estamos en Julio, pero…-.
Pese a madrugar, Las Dehesas,  se encuentran atestadas  de ciclistas. Tras un primer titubeo, -algo natural en mí- pronto confirmo que voy en la buena dirección; el camino transcurre por el pinar,  poco a poco se va empinando en busca del collado de Marichiva. De cuando en cuando entre los pinos, emerge  la figura de Siete Picos con las nubes asidas  a sus picos. Una vez en el collado toca abrigarse, y esto,  me reafirma en la idea,  que he de  tener alguna cuenta pendiente en esta zona, pues, cada vez que me acerco por las inmediaciones del Montón de Trigo, el tiempo se torna desapacible. Mientras me abrigo, la mente vuela treinta años atrás, recordando la primera vez que pase por aquí con unos amigos en busca de aventuras.





Siete picos entre nubes.

Fuente de Marichiva.


En este punto, un pequeño portillo y un cartel anunciando  ganado suelto, marcan la nueva senda que he de seguir. El  pinar, en esta parte del camino se encuentra bastante cerrado, pero tiene un encanto especial, invita a disfrutar   del silencio que lo envuelve todo, los arroyos apenas llevan  agua y de vez en cuando, algún claro, me permite ver la peña El Oso, o los embalses del Espinar y del Tejo. La senda, va bordeando  peña Bercial y el cerro Minguete, terminando  en  el collado de Tirobarra.
Este  collado, ofrece unas vistas impresionantes de gran parte de la sierra de Guadarrama, pero sopla un viento frio que apenas invita a pararse en él. Desde aquí, el camino hacia la cima de La Pinareja, se hace visible entre piornos y enebro rastrero, hasta perderse en la gran pedrera, que lleva  a su cima.

Collado de Tirobarra.

Monton de Trigo y cumbres de Guadarrama.

La Pinareja.

Peña El Oso.

 Collado Minguete.

Puerto de la Fuenfria.

Arroyo de la Navazuela.


Subir, perder la vista en el horizonte y disfrutar  en completa soledad, bien merece el esfuerzo realizado.  Sopla un viento fuerte que me obliga a buscar refugio, mientras repongo fuerzas escondido tras unas piedras,  contemplo el resto del cordal y la cabeza maquina como enredar a mi compañero de fatigas, para realizar el cordal completo. Tras media hora en la cima, desando el camino y busco el collado Minguete, viendo en todo momento al truhan, que me la tiene jurada, Montón de Trigo, con el que quedo emplazado para una próxima ocasión. Una vez en el collado, el camino ya es todo de bajada, primero pasare por el puerto de La Fuenfria, encrucijada de caminos, y desde aquí iré enlazando  la calzada romana  con  la borbónica, hasta que por fin me decido por  el camino Schmid, pues se, que este al final de su recorrido, tiene unos rincones con una belleza especial y nunca me ha defraudado. Curiosamente la jornada de hoy termina donde normalmente empieza, que no es otro lugar que el puente del Descalzo.




2 comentarios:

  1. Hola Paco.
    ¡¡buena pateada te has dado!!
    ¡¡qué bonita es nuestra querida Guadarrama!!
    Un abrazo.

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    1. No estuvo nada mal Toñi. Caminar por nuestra sierra, siempre es un placer.
      Si sabes buscar, siempre encuentras rincones especiales.
      Un saludo.

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