Si hay un lugar, fácil de reconocer por todos aquellos
que recorren la sierra de Guadarrama, este es sin ninguna duda, Siete Picos. Su escarpado perfil le hace merecedor de dicho nombre, al igual que a causa del mismo, le han ido colgando alguna que otra leyenda, a lo largo del tiempo. La sierra del Dragón, le llamaron allá por la edad media.
Todo un clásico dentro de
la sierra del Guadarrama, donde sus picos, se encuentran por encima de los 2000mts,
salvo el primero de ellos. Con la curiosidad, que por más que nos empeñemos en
contarlos, en una dirección u otra, siempre contaremos seis. El
primero de ellos, el único que se conoce por su nombre, Majalasna,
se encuentra separado del resto, y tal vez, por este motivo, una mayoría de senderistas entre los que me encuentro, al llegar al segundo
pico, nos olvidamos de él, dirigiendo nuestros pasos en busca del collado Ventoso, dejando a este, para una salida específica a su pico.
Detrás de La Venta Arias, en el
puerto de Navacerrada, empieza mi camino, y una vez superada la pista del Escaparate,
busco El Alto del Telégrafo, donde una pequeña
imagen de la virgen de Las Nieves, corona su parte más alta, un lugar de recogimiento, que bien merece una breve parada para disfrutar de
sus vistas, para poco después, continuar por
cualquiera de las sendillas que se abren paso entre los piornos buscando la pradera de Siete
Picos, lugar donde empieza la parte más exigente de todo el recorrido,
una fuerte pendiente me deja a los pies del séptimo pico, el
Somontano 2138mts, el más oriental y señero de todos, el único con vértice geodésico. Al único que subiré
de los siete, no es que tengan mucha dificultad, pero el caminar solo, me hace ser más prudente. En
él, como ya es costumbre, hago las fotos de rigor La Mujer Muerta y
Montón de Trigo, La Maliciosa y La Cuerda Larga, Peñalara, La Peñota,…
El resto de los picos, los voy
sorteando por la senda que los va recorriendo cada uno a su manera. Una
vez alcanzado el segundo de los picos, la cosa esta clara, solo me falta uno, a la izquierda del mismo se
adivina una senda que desciende entre el pinar y que con toda seguridad, me
lleve hasta la pradera de Majalasna, que toma nombre del primero de
los picos, ¿o será al revés? En este momento eso es lo de
menos, me dejo guiar por ella, y en poco tiempo, alcanzo dicha pradera, lugar donde se encuentra el primero de todos ellos, Majalasna. Viendo la forma caprichosa de los
pinos que por aquí se aventuran, pienso que en este lugar el viento tiene que soplar con avaricia.
Echando la vista al valle de La
Fuenfria, sigo la parte más entretenida de la senda de Los Alevines hasta alcanzar el
collado Ventoso, donde enlazo con una autentica autopista, el
camino Schmidt, hoy repleto de caminantes y paseantes, que disfrutan de
un merecido día de descanso, y que ha de llevarme de nuevo, hasta el puerto de
Navacerrada.
Puerto de Navacerrada y Bola del Mundo.
El Escaparate.
Alto del Telégrafo.
Vistas desde el séptimo pico.
La cresta del Dragón y La Mujer Muerta.
Abantos y La Peñota.
Majalasna y su pradera.
Pinos bandera.
Cerro Minguete y Montón de Trigo.
Peña el Águila desde el collado Ventoso.
Camino Schmidt.