Quien viaja deprisa, pierde la esencia del viaje.

2.11.14

La sierra del Dragón...


Si hay un lugar,  fácil de reconocer por todos aquellos que recorren  la sierra de Guadarrama, este es sin ninguna duda, Siete Picos. Su escarpado perfil le hace merecedor de dicho nombre, al igual que a causa del mismo, le han ido colgando alguna que otra leyenda, a lo largo del tiempo. La sierra del Dragón, le llamaron allá por la edad media.
Todo  un clásico dentro de la sierra del Guadarrama, donde sus picos, se encuentran por encima de los 2000mts, salvo el primero de ellos. Con la curiosidad, que por más que nos empeñemos en contarlos, en una dirección u otra, siempre contaremos seis.  El primero de ellos, el único que se conoce por su nombre,  Majalasna, se encuentra separado del resto, y tal vez, por este motivo,  una mayoría de senderistas entre los que me encuentro, al llegar al segundo pico, nos olvidamos de él, dirigiendo nuestros pasos  en busca del  collado Ventoso,  dejando a este, para una salida específica a su pico.
Detrás de La Venta Arias, en el puerto de Navacerrada, empieza mi camino, y una vez superada la pista del Escaparate, busco El Alto del Telégrafo, donde una pequeña imagen de la virgen de Las Nieves, corona su parte más alta, un lugar de recogimiento, que  bien merece una breve parada para disfrutar de sus vistas, para poco después, continuar por cualquiera de las sendillas que se abren paso entre los piornos buscando la pradera de Siete Picos, lugar donde empieza la parte más exigente de todo el recorrido,  una fuerte pendiente  me deja a los pies del séptimo pico, el Somontano 2138mts, el más oriental y señero de todos, el único con vértice geodésico. Al único  que subiré de los siete, no es que tengan mucha dificultad, pero el caminar solo, me hace ser más prudente. En él, como ya es costumbre, hago las fotos de rigor  La Mujer Muerta y Montón de Trigo, La Maliciosa y La Cuerda Larga, Peñalara, La Peñota,…
El resto de los picos, los voy sorteando por  la senda que los va recorriendo cada uno a su manera. Una vez alcanzado  el segundo de los picos, la cosa esta clara, solo me falta uno, a la izquierda del mismo se adivina una senda que desciende entre el pinar y que con toda seguridad, me  lleve  hasta la pradera de Majalasna, que toma nombre del primero de los picos, ¿o será al revés?  En este momento eso es lo de menos, me dejo guiar por ella, y en poco tiempo,  alcanzo dicha pradera, lugar donde  se encuentra el primero de todos ellos,  Majalasna. Viendo la forma caprichosa de los pinos que por aquí se aventuran, pienso que en este lugar el viento tiene que soplar con avaricia.
Echando la vista al valle de La Fuenfria, sigo la parte más entretenida de la  senda de Los Alevines hasta alcanzar  el collado Ventoso, donde enlazo con una autentica autopista, el camino Schmidt, hoy repleto de caminantes y paseantes, que disfrutan de un merecido día de descanso, y que ha de llevarme de nuevo, hasta el puerto de Navacerrada.

Puerto de Navacerrada y Bola del Mundo.

El Escaparate.

Alto del Telégrafo.



Vistas desde el séptimo pico.

La cresta del Dragón y La Mujer Muerta.





Abantos y La Peñota.



Majalasna y su pradera.

Pinos bandera.

Cerro Minguete y Montón de Trigo.



Peña el Águila desde el collado Ventoso.

Camino Schmidt.